Nunca me abandones

Camino por el frío pasillo de la escuela, es lunes y todos se ven cansados, de seguro no durmieron en todo el fin de semana por estar desvelados o en alguna fiesta.

Yo, en cambio, me pase la mayor parte del tiempo en la comodidad de mi hogar, sola o en compañía de mi familia; esta es la clase de cosas que me hacen sentir triste y des ubicada.... Es ahora cuando me siento invisible, por no tener ninguna historia que contar, pero.... ¿Acaso es necesario tener varias experiencias de ese tipo para encajar en una sociedad?

Sinceramente no lo creo; entonces, me veo rodeada de gente, muchas caras son conocidas, personas que solían significar un mundo para mí, personas que hoy dudo recuerden mi nombre. ¿Y por qué? ¿Por no haber asistido a una fiesta?  A un "reventón" ¿es acaso eso lo que necesito para que me recuerdes? Y qué me dices de todas aquellas veces que te escuche, te acompañe, te aconseje.... ¿Acaso no importa?

Me sumerjo tanto en mis propios pensamientos que no te veo pasar, tú, aquel chico que me robo el aliento, que se hacía llamar mi mejor amigo, aquel que perdí por no ser como las demás chicas.

Entonces, cuando tú me miras, me es imposible pensar, ¿qué significa?. ¿Acaso me recuerdas, pero no lo dices? ¿Acaso no has olvidado todo lo que pasamos?

Entonces, alguien me toma por la espalda, me saluda amistosamente y me sonríe; me da el apoyo que durante mucho tiempo necesite... Y tú lo miras con desprecio, y a mí, con confusión. Yo finjo que no hay nadie más y lo saludo con el mismo gusto. Me olvido de todo y me dejo llevar, ¿acaso aquel nuevo chico era lo que yo necesitaba? Creo que no puedo contestarlo ahora, pero la vida es larga y está llena de sorpresas así que me atengo a eso y continuo caminando, a tu lado, mi nuevo amigo, y simplemente espero que tú no me olvides, como lo hizo el chico que nos mira desde aquel lado.