¿Para
qué engañarme y olvidar a mis fantasmas, quienes son testigos de mi pasado y mis recuerdos, prueba de que todo fue real?
Pareciera
que han pasado tantos años, he vivido tato desde aquel día en que hablamos por
primera vez, desde la primera sonrisa y la primera promesa sincera. No te
conocía, pero sin embargo hacías parecer que sí. Todo era más sencillo a tu
lado, y creo que nunca te lo agradecí. Fuiste mi amigo, compañero e incluso héroe,
porque cuando nadie más creyó en mí, tu lo hacías, cuando nadie me habló, tú me contaste
todo lo que necesitaba oír, cuando nadie me escuchó, tu estuviste ahí para mí e
incluso cuando no tenía a nadie más conmigo, tú no quitabas tu presencia de mi
mente.
Fuiste
realmente la mejor persona que pude conocer y te agradezco por ello, porque, pase
lo que pase, siempre te recordaré. No importa que ya no hablemos más, que me
hayas olvidado o que hayas cambiado tanto como yo, porque tú me marcaste para
siempre y jamás te borraré de mi mente, fuiste el amigo que todos desean tener,
y por eso estoy agradecida de haberte conocido. Confío en que hoy estés bien y
que, pase lo que pase, seas feliz y sepas lo mucho que marcaste mi vida, y que
ni en un millón de años podría recompensarte por ello. Me enseñaste a vivir,
sonreír, disfrutar, confiar y amar. Nunca fui lo bastante fuerte para decírtelo,
pero espero muy dentro de tu corazón lo supieras.
Gracias
por cada pequeño instante que compartimos juntos y por cada palabra que aún
guardo en mi corazón. Te deseo una buena vida y ojala el destino vuelva a
encontrarnos, porque eres esa clase de persona que solo se conoce una vez en la
vida, y si logras mantenerla en la tuya, debes sentirte realmente afortunado.
Por
eso, espero tener tanta suerte como para no perderte.
Con cariño, una amiga.