Te miro a los ojos, tú me correspondes y mi corazón no deja de latir. Yo
aparto la vista y me sonrojo, no puedo creer que me tomes en cuenta; entonces,
decido tomar el aliento y mirarte una última vez, antes de comprender que tu y
yo somos casi de mundos diferentes. Pero ya te habías ido, yo regreso la vista
a mi camino y decido olvidarte, he perdido mi oportunidad, tantos años observándote
cuidadosa y secretamente para desperdiciar ese esperado momento....
Si tan solo supieras todo lo que pasa por mi mente cuando te veo llegar, sin
tan solo supieras lo que sueño noche a noche.
Entonces, tomándome por sorpresa, apareciste a un lado mío, tomándome la
mano y diciéndome lo mucho que habías esperado ese momento. No lo podía creer;
una lágrima corre por mi mejilla, es un momento de ensueño.
Yo te abrazo y te digo que jamás me abandones, que te necesito, te amo....; tú
pareces comprenderme totalmente, sonríes y correspondes mi abrazo, tiernamente.
Después, tomas mi cara entre tus manos y me besas, lentamente, obligándome a
olvidar todo lo que me rodea, solo existimos tú y yo, juntos, para siempre. Es
increíble todo lo que sucede, que no lo puedo creer.
- Pero... - te digo, tú me silencias y me pides que no olvidemos ese mágico
momento que hemos esperado durante años, después, me besas de nuevo, pero esta
vez hay algo diferente, nostalgia, sí, eso es, pero, ¿porqué?. Entonces, dices
mi nombre, tan tierna y dulcemente y yo me pierdo en tus ojos color miel.
-Debo irme, lejos, pero no podía irme sin tener este momento - me dices, no
lo podía creer! mi momento se había arruinado.
Yo trato de pedir una explicación, pero lo único que consigo es un papel,
una triste e insignificante hoja de cuaderno arrancada de su lugar, pero en
ella, tenía escrita un número, tú numero. Después me pides que no te olvide y
que sea capaz de comprenderte; me abrazas y te marchas, mirando un par de veces
para ver cómo me destrozo en el suelo, inconsolable. Entonces, algo parece
cambiar en tu expresión y regresas, me pides que continúe mi vida y me haces
prometerte que conocería a otros chicos, que me enamoraría de alguien que pueda
estar conmigo para siempre, como lo merezco. Yo trato de asentir, dándote a
cambio una sonrisa para que pudieras continuar tranquilo, pero a cambio, te
pido que regreses, pronto, y podamos conocernos mejor, tener ese momento que el
destino nos acababa de arrebatar. Tú asientes y te marchas, esta vez sin mirar
atrás.
Yo te miro partir, hasta que desapareces en el horizonte. Después recuerdo
tu promesa y sonrío.
- Te estaré esperando - Digo para mí misma, después me doy la vuelta y
continúo con mi camino. Confío en que algún día regresarás y estaremos juntos,
pero ahora, lo único que puedo hacer es cumplir mi promesa y continuar,
confiando en que también cumplirás la tuya algún día.