Translate The Blog:

viernes, 1 de noviembre de 2013

Carta a los Jonas Brothers

Jonas Brothers; 2005 - 2013
Hola. Sé que ya ha pasado un buen tiempo desde que escribí por última vbez en este blog, pero creo que ha habido tantas cosas en mi mente últimamente, que simplemente no había sido capaz de poderlas plasmar en palabras; sin embargo, hace unos días me enteré de una terrible noticia. Algo que, por más que lo intentaba, no era capaz de comprender, de aceptar. Tardé todos estos días en entender que no era una broma, que no iba a despertar y todo sería justo como antes. Quizá a muchas no les agrade este grupo, pero en lo personal, fueron mi mundo entero durante mucho tiempo. Sí, estoy hablando de los Jonas Brothers. Esa banda que llegó a mí de la nada y que de un día para otro se convirtieron en algo muy especial para mí. Fueron muchos años los que estuvieron a mi lado, por lo que quiero dedicarles esta entrada.


Realmente no sé cómo empezar, pero aquí voy.

Queridos Nick, Joe & Kevin Jonas:

El lunes pasado, no fue el mejor de todos, tuve un pesado día de escuela ¿saben? Mucha tarea, trabajos, proyectos, exámenes y hasta discusiones con mis mismos “amigos” todo esto me desgastó tanto, que al llegar a casa, como diario, prendí mi computadora y me puse a leer las nuevas notas, y entre ellas, encontré algo que, por más que leía y leía no podía procesar. “Jonas Brothers anuncian su separación” Encabezaba la nota. Yo, como era de esperarse, la abrí, creyendo que sería una broma, un rumor o una simple suposición, mas no era nada de eso.

Comencé a leer los pocos párrafos de información que esta nota tenía, después abrí la siguiente y la siguiente a esa, sin poder creer lo que estaba leyendo. Se habían separado.

Muchos insisten en que no debería sorprenderme, ya que llevaban un tiempo distanciados, y quizá es cierto. Ustedes crecieron, cambiaron y avanzaron, pero seguían siendo un grupo ¿no? Aún daban alguna entrevista, iban a premiaciones, salían en revistas y posters, tenían cuenta en Facebook, Twitter, YouTube y demás. Y junto con todo esto, me habían dado una esperanza: un regreso. Yo, entusiasmada, esperaba con ansias el nuevo material, discos, videos y entrevistas nuevas, así como una gira en camino. Mas nada de eso llegó.

Se supone que, como tantas, debería enfocarme en agradecerles por todo lo que me dieron durante los años, pero realmente no se si sea lo más apropiado, sin embargo, trataré de resumir un poco la manera en que estuvieron presentes en mi vida, al menos hasta donde mis lágrimas me lo permitan.

Pero, primero me gustaría recordar el día en que los conocí. Era domingo y estaba en una reunión familiar. Todos los adultos charlaban acerca de algún tema de interés, mientras que los “niños” jugábamos en una habitación. De pronto, uno de mis primos corrió y prendió la televisión, sintonizó Disney Channel y subió el volumen. Recuerdo haber ido a su lado, curiosa sobre lo que esperaba con emoción; entonces, tres chicos aparecieron en pantalla, enfocando a cada uno por separado. Eran guapos, si. Dos de ellos tenían un pelo rizado y el otro lo llevaba lacio, vestían bien, y el público enloquecía con su entrada, entonces comenzaron a cantar, era una presentación, un concierto.

“¿Quiénes son?” le pregunté a mi primo.
“Son los Jonas Brothers, un grupo nuevo” me contestó, sin agregar nada más.

Ambos nos sentamos en silencio hasta que el concierto llegó a su fin. Recuerdo haber estado embobada frente a la pantalla, sonriendo. Había algo en ellos que me ponía de buenas, me alegraba. Su música era buena y tenían “algo” que hizo que, durante lo que duró la presentación, me enamorara de ellos. Cuando terminó el concierto, mi mamá me hablo para que me despidiera y después nos marchamos.

Durante el camino a mi casa, recordé a esos 3 chicos; sus caras, sus voces y nombres. “Nick, Joe y Kevin, los Jonas Brothers” repetía mi mente, y cada que lo hacía, algo dentro de mi sentía una inexplicable emoción. Fue ahí donde supe que yo seguiría a esos chicos hasta el final de sus días. Y aquí estoy. Recordando el día en que mi vida cambió, el día en que amé por primera vez a un grupo, el día en que me enamoré por primera vez de un cantante, el día en que descubrí que tipo de música me gustaba escuchar. El día en que descubrí a un gran grupo y decidí ser parte de una increíble y gran familia.

Los meses pasaron y poco a poco fui averiguando un poco más de ellos; compré estampas, fotografías, busqué videos e incluso discos. Quería todo de ellos, porque, sin pensarlo, poco a poco se convirtieron en una parte de mí.

Los años llegaban y se iban y yo seguía ahí, con ellos. Recuerdo haber reproducido una infinidad de veces la película de Camp Rock una vez que mi mamá me la regaló. Al igual que solía hacer con mis discos diariamente.

El día en que ellos llegaron a mi ciudad por primera vez, no lo podía creer. Mi mamá conocía tan bien a esos chicos como yo, por lo que me dio una sorpresa, dos boletos. No me dijo el precio ni el lugar, solo me llevó. Compré una playera y unos binoculares ya que según mi papá estaría muy lejos, pero no me importaba, ¡Iba a verlos en vivo! ¿Qué más podía pedir? Yo iba a escucharlos, verlos y vivir la experiencia que tanto había soñado.

Llegamos al estadio y pasamos puerta tras puerta, hasta llegar al lugar esperado, zona platino. Al ver el escenario tan cerca, no pude evitar llorar, al igual que cuando vi mi lugar. Primera fila. Verdadera mente no hay palabras que describan lo que sentí durante las siguientes horas, simplemente no las hay. Pero lo único que puedo decir es que fue algo único, algo que, aún cuando lo recuerdo, mi corazón palpita al cien y parece que va a estallar. Verlos fue sin duda el mejor regalo que mi mamá me pudo dar, y hasta la fecha le estoy más que agradecida.
Fueron tantas las cosas que viví durante esos años, conocí a grandes amigas, disfrute de películas, canciones, videos e incluso programas. Compré discos, posters, calendarios, playeras, gafetes, calcomanías, álbumes, revistas, plumas, sellos, cajas e infinidad de cosas más que hacían que me sintiera un poco más cercana a ellos.

En fin, viví mucho a su lado, desde el estreno de un video, disco o canción, nuevas películas, programas, entrevistas, giras, rumores, emociones, lágrimas e incluso burlas por parte de la gente que sabía sobre mi afición.

Tenerlos fue lo mejor que me pudo haber pasado, y no me arrepiento de haberlos conocido, no me arrepiento de haberme quedado aún cuando Kevin se casó, cuando Nick se cortó el cabello e inició un proyecto como solista, cuando Joe sacó su primer disco y mil cosas más que hicieron duda a más de una. Pero me quedé. Fui fuerte porque no quería dejarlos ir. Y hoy, tantos años después, sigo aquí, escribiendo en mi computadora la gran experiencia que fue ser parte de esta familia por tantos años.

Sé que es imposible pensar que van a volver, pero al menos me quedo con mis recuerdos, con lo que viví y soñé. Quizá no estuve desde su primer día como grupo a su lado, pero puedo decir con orgullo, la cara en algo y más de una lágrima en mi rostro, que llegué al final, los acompañé y aquí me quedaré, porque ellos me hicieron más fuerte, justo como seguiré, y aunque pasen los años, espero poder seguir pensando lo mismo.

Y solamente quiero que sepan que, si en algún momento deciden regresar, yo seguiré aquí, esperándolos con los brazos abiertos, y una sonrisa bien grande.

Hay tantas cosas que me gustaría escribir, tantas frases, agradecimientos, recuerdos y experiencias que quisiera contar, pero supongo que esto es suficiente, lo demás prefiero guardarlo en mi corazón y recordarlo a diario, así que gracias por todo Jonas Brothers, gracias por las risas, las bromas, las experiencias, las lágrimas, las emociones y por todas y cada una de las sonrisas que me robaron durante todos estos años. Simplemente GRACIAS y buena suerte.

Con cariño, amor y mucha nostalgia.
Fabiola.


Si la vida te da limones, devuélveselos y grita: "¡Quiero a los Jonas Brothers!"

domingo, 6 de octubre de 2013

"Amigos"


Con el tiempo, he descubierto que hay dos tipos de personas; las primeras son aquellas que dicen que es imposible enamorarte de la misma persona más de una vez, por otro lado están aquellas que creen que todo es posible en esta vida, que no hay límites para lo que puedas llegar a sentir o pensar.


Hasta hace un tiempo, yo estaba de acuerdo con el primer tipo de personas, pero, ¿ahora? ¿Después de lo que hemos pasado estas últimas semanas? Después de la manera en que hemos conectado, hablado y disfrutado, me pregunto si realmente es posible volver a amar a alguien igual e incluso más que la primera vez.

Antes solía pasar mis tardes pensando en algún imposible o hablando con nadie en especial. Hoy en día me la paso recordando cada momento que viví a tu lado, tanto en el hoy como en el ayer. Suelo imaginar cómo sería un día completo a tu lado, lo que se sentirá estar entre tus brazos, caminar de tu mano, besar tus labios... Me imagino a ti haciéndome sentir especial, única e irreemplazable.

Pensar en mí como la única chica ante tus ojos me provoca un sentimiento que realmente no puedo explicar. Cuando hablo contigo, cuando te veo o te pienso es lo mismo. Algo dentro de mí se emociona, se altera, y desconfía a la vez. Es como si algo me dijera que ya lo intenté una vez y fracasé, mas sin embargo tengo ganas de probar mi suerte una vez más.

Me gustas, es cierto, siempre ha sido así. Y ahora que lo pienso, me temo que jamás he dejado de pensar en ti de esta manera. Por mucho tiempo me obligue a olvidarte, a dejarte ir, mas ahora que me has mostrado que las amistades SI se pueden retomar, algo me da la esperanza de luchar, mas a la vez dudo en avanzar, ya que temo que tú no te sientas igual.


Así que... ¿que debería hacer? ¿Arriesgarlo todo y hablar con la verdad? ¿O disfrutar de tu compañía y conservarte junto a mí, aunque sea solo como un amigo?

miércoles, 31 de julio de 2013

Una cosa llamada vida.


Últimamente me he dado cuenta que me encuentro atada a una constante rutina; despertar en medio de la obscuridad, tratar de levantarme aún cuando mi cama está mucho más cómoda que cuando trate de dormir horas atrás, cambiarme de ropa, arreglarme sin lograr hacer mucho por mi cabello o algún granito que justo hoy decidió ver la luz del día, tender mi cama y dar una pequeña arreglada a mi habitación. Desayunar lo más rápido que puedo en menos de 5 minutos, acomodar mi mochila, hacer un conteo mental sobre mi material, cepillar mis dientes y darme última aprobación antes de correr hasta el auto, ya encendido; ver la misma ciudad todavía apagada, los coches andando de un lado para otro, los pájaros apenas comenzando a volar en el cielo a tonos color gris. Además de tratar de recordar si no olvidé hacer alguna tarea el día anterior... Bajarme del auto y caminar hasta el instituto, recorrer los pasillos en silencio, con la música de mi mp3 de fondo, viendo a todos esos chicos que aunque me roben un suspiro, se que quizá jamás podre conocer. Llegar a mi salón y escuchar las mismas conversaciones matutinas, para después escuchar siete largas horas de clase, siendo interrumpidas solo por dos cortos recesos. 

Matemáticas, ciencias, arte, lengua, historia... Chismes, sueños y una que otra crítica constructiva sobre alguna película del fin de semana. Siempre lo mismo. Finalmente, luego de casi acabar con toda mi paciencia, esperar a mi papá a la entrada del instituto con un libro en la mano y unos audífonos en mis oídos. En ocasiones mirar a algunas parejas y obligarme a pegar la vista en mi libro antes de que mi mente empiece a divagar y soñar con ideas casi imposibles en este momento. 

Sé que llegara ese día en que encontraré a alguien que me quiera y que me haga bien, más por ahora solo necesito una total concentración en lo mío: la escuela. Finalmente ir hacia el coche y pasar el recorrido en silencio. Comer, ver la televisión y después de pasar casi toda mi tarde haciendo las tareas o estudiando un poco, tomar un baño, cenar e irme a acostar, para después pasar unos minutos escuchando música antes de caer rendida por el sueño, para así finalmente concluir mi día. ¿Y al despertar? Continuar exactamente con la misma historia.

Al darme cuenta del curso que he llevado últimamente, me doy cuenta que mientras yo me enfoco en llevar al pie mi rutina, muchas personas están haciendo algo más de su día a día. Ya sea cumpliendo un sueño, besando por primera vez, viajando alrededor del mundo, viendo lugares asombrosos, acampando bajo las estrellas, descubriendo el verdadero significado de una amistad o amor, actuando, cantando o bailando, sonriendo y llorando, muriendo y naciendo, aprendiendo a las buenas y malas, confiando o perdiendo, creyendo e incluso olvidando de todo. Quizá algunos sufran en ese momento y piensen en dejar todo de una vez por todas, mientras que alguien quizá está pensando en comenzar todo otra vez. Todo eso y mucho mas sucede mientras yo intento contestar un problema de mi tarea de matemáticas, mientras tomo un baño o quizá mientras duermo.

Es gracioso pensar que tal vez mientras yo deseo que ese chico al otro lado del pasillo me sonría, haya alguien a kilómetros de distancia soñando con lo mismo. O bien, alguien que decida arriesgarlo todo y dar el primer paso. Sea lo que sea, me he dado cuenta que mientras yo sueño con vivir la vida, lo único que sucede es eso. La vida. Buena o mala, nada es para siempre. Los momentos no son eternos y todo puede dar un giro inesperado de la noche a la mañana. Sé que mientras yo me enfoco en lo que quisiera hacer de hoy a 10 años, la vida sigue corriendo y que esos instantes en los que sueño con lo que podría ser, están siendo desperdiciados.


Hay que vivir cada segundo como si fuera único, porque justo así es. Son ÚNICOS. Cada uno por igual, los cuales, pase lo que pase, forman una sola cosa, una cosa llamada  VIDA.

viernes, 12 de julio de 2013


¿Cómo le sigues el rastro a alguien que solo es como una fotografía en tu mente?

Muchos dirán que quizá me he vuelto loca, pero por más imposible que parezca, me he enamorado. Si, así como suena, me he enamorado. Quizá no lo conozco, no se su historia, sus sueños, su vida, ¡ni siquiera se su nombre! Más al verlo a los ojos, hay algo que me dice que yo sería capaz de cualquier cosa con tal de estar a su lado...

La primera vez que te vi a distancia, algo dentro de mí supo que quizá esta vez sería diferente.

Y aquí me vez, enamorada de una vaga idea tuya, enamorada de una fotografía que vive en mi mente, enamorada de un chico sin nombre. Quisiera simplemente conocerte, tratar de descubrir el chico que eres, pero a la vez, un miedo interno me atrapa, impidiéndome pensar en lo que debería hacer.

¿Debería hablarte, presentarme, conocerte? ¿Dar el primer paso a pesar del temor que siento? O bien ¿debería esperar una reacción de tu parte, por más mínima que sea para saber que estoy en el camino correcto?


Una confusión gigante me aterra cada que pienso en lo mucho que deseo conocerte; así que por ahora solo te observare a distancia, iré con más frecuencia a tu trabajo y tratare de dejar que las cosas fluyan, deseando que, por algún extraño motivo tu pienses lo mismo de mi, desees y esperes lo mismo, ya que cuando pienso en ti, por un momento soy capaz de olvidarme de absolutamente todo y sonreír.

miércoles, 10 de julio de 2013

Memories


Quisiera poder sacar todos mis recuerdos de mi mente y pasarlos a un DVD, para así, en los momentos en que siento que nada tiene sentido, al ver el transcurso de mi vida me dé cuenta de lo mucho que he pasado, vivido, soñado... Para recordar todas las sonrisas que me robaron, volver a sentir esos sentimientos únicos como si fueran la primera vez. Ver esos rostros que parece que se comienzan a borrar.

Dicen que no es fácil olvidar, que los recuerdos nunca mueren; lo único que temo es que eso no aplique para mí. No quiero borrar de mi mente esos momentos especiales que me han marcado, que me han convertido en la persona que soy hoy.

Daría lo que fuera por ver en una pantalla esos flashbacks que vienen a mí a mitad de la noche y que, al cerrar mis ojos, se sienten tan reales que me roban lagrimas de alegría; quisiera poder guardar esas evidencias que prueban que todo fue real y no solo una ilusión mía.

lunes, 8 de julio de 2013

Un regalo del destino.

 
Te miro de reojo durante el receso. Estas sentado al lado mío, sin ninguna razón o motivo. Simplemente... Llegaste. Llevábamos casi 4 años sin estar así de cerca, uno del otro, y mucho menos teniendo una conversación.

Realmente por un momento la situación me pareció algo extraña e incómoda, debido a que había olvidado cómo era pasar el rato contigo. ¿Pero ahora? Nos encontrábamos ahí, hablando sobre todo y nada a la vez. Tus comentarios sobre la maestra de la clase anterior sinceramente me hacían reír, ya que sigues teniendo ese toque sarcástico al hablar de ciertas cosas, algo que había olvidado me encantaba de ti.

Sin darme cuenta, los minutos pasaban, mas tú parecías actuar como si nada, como si fuéramos dos compañeros que se habían conocido ese mismo año escolar y que por primera vez entablaban una conversación, mas tú y yo sabemos que eso no es cierto... Justo en ese momento hay tantas cosas que me gustaría decirte, otras tantas que preguntarte y otras más que recordar, contigo.

Me pregunto si tu mama seguirá teniendo la misma camioneta blanca con calcomanías atrás, o si ella aun me recordará; si sigues manteniendo contacto con tu mejor amigo de la infancia o si sigues yendo al mismo hotel en Vallarta al llegar el verano. Tantas cosas que por algún motivo ya no parecen propias para una conversación.

Me gustaría que recordáramos juntos el día en que nos conocimos y decirte lo mucho que mi vida cambio desde ese momento; me gustaría hablar sobre las clases que pasamos juntos y las tareas que nos pasábamos minutos antes de que las revisaran para salvarnos de una mala calificación; me gustaría preguntarte si sigues cantando en la iglesia, como solías hacerlo en el coro de la escuela, o bien, si sigues tocando la guitarra. También quisiera poder felicitarte por tu discurso de fin de ciclo, ya que nunca tuve la oportunidad de hacerlo... Son tantas las cosas que quisiera platicarte en ese momento y que simplemente no me parecen una buena idea.

En ese preciso momento me encuentro con tu mirada, y por un micro-segundo tengo la sensación de que tú te sientes justo igual que yo, que quizá te preguntas sobre mí; mas no dices nada, ninguno de los dos dice nada.

Un extraño sentimiento recorrió mi piel por dentro, como un impulso de decir algo, de romper ese silencio que sin notarlo se había formado. No oigo nada, todo estaba tan callado y tranquilo, ¿estábamos solos? No. Mas algo sucedía, era como estar en una burbuja. Es entonces cuando te dedico una sonrisa. Simple. Amable. Sincera. Y tú la correspondes. Y justo en ese momento nos veo a los dos parados frente a frente. Más no estábamos en el salón de clases, al menos no el de hace unos segundos. Nos encontramos seis años atrás en el tiempo, con nuestras mochilas al hombro. Veo como me saludas y te presentas, con la misma sonrisa traviesa que me dedicaste hace un momento. ¿La diferencia? Tu cara, tu edad. Te ves mucho más pequeño. En ese momento me doy cuenta de donde estoy. Miro a mi alrededor y veo todas esas caras conocidas, otras casi irreconocibles. Me veo a mi, más chica, parada frente a ti. Pareciera que la historia se repite. Puedo ver mi cara, sonriente y tímida, más segura a la vez.

Ambos niños se sientan y comienzan a platicar animadamente. En ese momento siento un dolor agudo en mi pecho. ¡Todo ha cambiado tanto! Veo tus ojos, encontrados con los míos, y justo en ese momento fui capaz de ver esa chispa. La chispa de la que todos me hablaban y yo nunca comprendí; aquella chispa que dejamos que se consumiera poco a poco hasta agotarse. Aquella chispa que perdimos y ahora, desesperada deseaba que volviera. ¿Sería cierto? Si lo hubiéramos notado a tiempo, ¿Estaríamos...Juntos?

Entonces parpadeo, tratando de aclarar mi vista, la cual se había nublado gracias a las lágrimas acumuladas en mis ojos. Mas al entornar mi vista de nuevo, estoy de regreso en el presente, al parecer todo ha pasado demasiado rápido, ya que todos se encuentran justo como estaban hace un rato. Inmóviles. Entones, oigo tu voz, haciendo que todo comience a moverse de nuevo.

- ¿Quieres? - Te escucho decir, dándome cuenta que me ofreces una galleta. Yo acepto y tú continúas hablando sobre la tarea, la cual expondríamos mas tarde.

Yo sonrió y guardo ese momento en mi corazón. Quizá para muchos seria insignificante, más para mí es especial, es un gran paso.

Sé que es imposible conseguir una máquina del tiempo y cambiar el curso de las cosas, más si puedo dar vuelta a la página y comenzar a escribir un nuevo capítulo de mi historia, en donde todo sea diferente. ¿Y quién sabe? Quizá algún día seamos capaces de retomar lo que dejamos ir, quizá algún día vuelvas a ser el protagonista de mi historia, mas por ahora, prefiero quedarme con estos pequeños detalles, regalos del destino, los cuales llenan mi corazón de alegría.


Te miro de nuevo a los ojos y por un momento, casi puedo sentir que tú estás de acuerdo con ello.

martes, 18 de junio de 2013

¡Mi primer premio!

¡Dios Santo! ¡Estoy muy emocionada! Acabo de ganar MI PRIMER PREMIO!! Es realmente increíble, cuando empecé este blog jamás imaginé que alguien comenzara a leerlo, y mucho menos que alguien me otorgara un premio :’) Así que tengo que darle mis más sinceras gracias a María del blog Lost in my Universe por este bonito detalle. Muchas gracias María, en serio.

He aquí mi primer premio (':
Reglas:

-Nombrar y agradecer al blog que te ha concedido la nominación.
-Hacerte seguidor del blog que te nominó.
-Responder a las 11 preguntas que te formulen.
-Conceder el premio a 11 blogs con pocos seguidores.
-Hacer 11 preguntas.
-Informar a los 11 blogs nominados.


Estas son las preguntas que me han hecho:

-¿Qué tres cosas te llevarías a una isla desierta? (no vale comida, agua ni ropa... allí hay xD)
Mmm, creo que sería un par de libros para pasar el rato, mi iPod, y… tal vez a mi perro, la verdad no se que haría sin él.

-¿Cuál sería tu lugar ideal para perderte?
Yo diría que un bosque, porque me encanta el clima, los árboles y la calma que vive en él. Aunque claro, ningún lugar es bonito cuando estás perdido…

-¿Prefieres los días lluviosos o soleados?
¡Lluviosos! Es perfecto porque puedo hacer un poco de chocolate, ver una película, usar calcetines gruesos y pasar un buen rato con mi familia.

-¿Qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre?
Me gusta escuchar música mientras leo algún libro que me guste, o bien navegar un rato por Internet.

-¿Alguna vez has metido tanto la pata que piensas "tierra, trágame"? (si es que sí, tienes que decir qué te pasó)
Tanto así como para decir "tierra, trágame" No... Al menos no recuerdo ninguna experiencia así :)

-¿Cuál es tu libro favorito?
Libros favoritos tengo muchos, pero le tengo especial cariño a The Last Song de Nicholas Sparks, creo que es una historia realmente conmovedora que me llegó totalmente, sobre todo el final. 100% recomendable.

-Si tuvieras la oportunidad de ir a cualquier parte del mundo, ¿adónde irías?
Sin dudarlo iría a París, Francia. ¿Por qué? No tengo la menor idea, pero ha sido mi sueño desde que tengo memoria, así que es el primer lugar al que iría si tuviera la oportunidad de elegir.

-¿Cuántas horas, más o menos, estás con el ordenador?
Depende del día o época del año; si estoy en clases, normalmente unas tres o cuatro horas, ya que las tareas no me permiten estar mucho tiempo en línea y normalmente este tiempo lo empleo haciendo algunas tareas o investigaciones que hay que enviar. Pero si hablamos de vacaciones, como ahorita, yo diría que casi todo el día...

-¿Qué es lo que mejor se te da hacer?
¿Dormir cuenta?

-¿Qué estación del año es tu favorita?
¡El verano! Me encanta por las inesperadas lluvias en ocasiones, las vacaciones de verano, el sol, descanso, y tiempo libre que me da y sobre todo porque en esta estación es mi cumpleaños, lo que lo hace aún más especial.

-¿Quién es la persona más loca que conoces?
Yo diría que mi mejor amiga, ella y yo hacemos todo tipo de cosas locas y extrañas, pero es eso lo que nos hace tan cercanas, casi como hermanas.


Aquí están los blogs nominados:

Y estas son las preguntas que hago yo:

¿Cuál es tu libro favorito y por qué?
¿Qué ha sido tu inspiración para empezar a escribir?
Si tuvieras que describirte en una sola palabra, ¿Cuál sería?
¿Qué consideras indispensable para ti en un día cualquiera?
¿Hay alguna canción a la que le guardes un cariño especial?
Para ti, ¿Quién es la persona más especial en el mundo?
¿Tienes algún hobbie?
¿Cuál es tu lugar ideal para vivir?
¿Qué significa para ti "estar vivo"?
Si tuvieras la oportunidad de conocer a alguna personalidad, ¿a quién sería y por qué?
¿Te gustaría seguir escribiendo cuando seas grande?



Gracias de nuevo. Los quiero.