Aun recuerdo la primera vez que te vi, seis años
atrás. Recuerdo haber entrado al salón de clases, asustada por el nuevo capítulo
en mi vida. Todo era muy confuso en ese momento, ya que no sabía qué esperar de
ese nuevo año escolar, mas todo tomo sentido en el momento en que te vi, en el
momento en que tú me viste.
Nuestras miradas se cruzaron por un instante,
seguidas por una sonrisa mutua; fue ahí donde supe que un futuro nos esperaba,
que llegaríamos lejos, juntos.
Todo empezó como una inocente amistad, en la que
tuve que ocultar lo que sentía por miedo a perderte. Y aunque todos parecían
notar una química entre nosotros, nunca lo quisimos aceptar, nunca quisimos
averiguar que sería un tu y yo. El
tiempo pasó y todo cambio, incluyéndonos.
Ahora habíamos crecido y nuestras preferencias eran
diferentes, por lo que decidiste irte, lejos, sin siquiera decir adiós, sin dar
una explicación. Tu partida significó mucho dolor para mí, un dolor que quizá
jamás podré borrar de mí. Si, encontré a alguien más, logre intentar cubrir el
espacio que habías dejado, mas eso fue imposible. Verte frente a mí, y saber
que para ti ya no era nadie, que me habías olvidado, me destruía por dentro una
y otra vez, hasta llegar al punto culminante donde tuve que aprender a decir
adiós, a avanzar por mi propio bien, mas no fue fácil. Me era casi imposible no
pensarte, olvidar lo que fuimos y avanzar. Más se podría decir que lo logre.
Y justo cuando te hacía en el olvido, cuando creía
haberte superado, tú viniste de nuevo a mi vida, trayendo a mi mundo de nuevo
para abajo....
Varios meses me costó asimilarlo, entender que
quizá había una razón para este nuevo reencuentro y lograr conseguir el valor
de recuperar lo que teníamos, aquello que no había logrado encontrar en nadie
más desde tu partida; ¿fue difícil? Demasiado, ya que solo verte a los ojos, me
causaba un mar de recuerdos, mas poco a poco lo he superado, recuperando así tu
amistad y confianza.
Ver entusiasmo de tu parte me alegra, me hace
sentir que el amor todo lo puede, y que si dos almas están destinadas para
estar juntas, tarde o temprano lo harán, no importa el tiempo o el lugar, al final lograran encontrarse. Esto me
estimula día a día al verte. Y pasar el tiempo contigo, me hace sentir
completa.
No puedo predecir el futuro, mas si disfrutar del
ahora; y únicamente deseo que aún recuerdes lo que fuimos y vivimos, y jamás te
rindas, porque aquí he estado para ti y aquí seguiré. Porque hoy me he dado cuenta que siempre has sido
tú, siempre has sido a quien realmente yo necesitaba.
Me he identificado mucho con ésto, de verdad. Me encantó esta entrada y lo que quisiste transmitir, un besote desde: http://diariodeunabohemia.blogspot.com/ <3.
ResponderEliminarHola! Muchas gracias, en serio, es un sentimiento indescriptible saber que he logrado llegar a alguien gracias a lo que escribo. Espero poder seguir logrando eso :)Y con gusto me paso a tu blog.
EliminarSaludos!