Hoy desearía más que nada ir a un monte muy alto,
lejos, donde nadie pudiera verme ni oírme. Llegar a la cima y gritar lo más
fuerte posible, golpear las piedras y arrojar todo a su paso, llorar, gritar,
correr y volver a llorar. No sabes lo mucho que daría por poder lograrlo, por
poder desahogarme y liberar todo esto que siento. Por poder deshacerme de este
mar de sentimientos encontrados que pudieran hacerme explotar por dentro.
No, no estoy bien. Podré fingirlo, sonreír, alegrarme, dar una
buena cara y disfrutar; Pero a la vez estarme desmoronando por dentro, deseando
que todo este dolor se acabe. Nadie podría comprenderme, porque ni yo misma lo
hago; no sé que quiero o deseo, ni mucho menos qué me gustaría olvidar.
Recuerdos y mas recuerdos, eso es lo que ronda por mi
mente. Algunos quisiera alejarlos de mi, pero otros desearía poder sacarlos de
mi mente y vivirlos una vez más. Otros tantos desearía poder cambiarlos, mas se
que ya no es posible...
¿Por qué todo es tan difícil? ¿Por qué simplemente
no puedo gritar hasta quedarme sin voz? ¿Por qué no puedo llorar sin ser
reprimida? ¿Por qué no puedo golpear todo a su paso para detener este dolor?
Muchos creen sufrir más que yo, y quizá lo hagan,
pero nadie me conoce realmente, ya que nadie ha sido capaz de penetrar mi
corazón y conocer mis verdaderos sentimientos y pensamientos, y quizá nadie lo
logre, ya que hoy en día nadie parece interesarse en el otro.
Pero hay algo que me impide desmoronarme y me
obliga a ser quien soy. Es por ello que daría todo por detener el tiempo y
reacomodar mi vida, darme cuenta de lo que vale la pena y lo que no; lograr
comprender el por qué de las cosas y desahogar todo esto que llevo reprimiendo
dentro de mi desde hace ya un tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario