Hace un par de días hablaba con
mi mejor amiga, aquella a la que conozco de toda la vida y que, aunque tomamos
caminos separados por un tiempo, hoy de nuevo nos llevamos de maravilla. Nos
encontrábamos esperando las calificaciones finales y, tras la presión que se
sentía en el aire, comenzamos a hablar
del pasado, de nuestros días juntas en la escuela, hacia ya tres años. Entre
broma y broma sobre nuestros viejos compañeros y amigos, los temas del corazón
salieron a flote, uno a uno, mencionamos a aquellos que alguna vez lograron
robarnos algún suspiro..... Y entre ellos, mencioné a aquel chico que con el
tiempo he logrado olvidar; ya que he
aprendido que el tiempo ha pasado y que un nosotros era casi imposible. Ella
sonríe al escuchar mi positivismo ante eso; me hace sentir mejor y dice algunas
bromas sobre el tema. Todo pareciera ser como antes. Me siento tan feliz, que
el tiempo pasa mas rápido de lo que debería, tantas veces los minutos fueron
eternos y ahora, estando al lado de esa persona tan increíble, quisiera detener
el tiempo o que al menos corriera mas lento, para así poder recordar mejor
todos aquellos años que sin duda marcaron mi vida. Además, minutos antes de que
llegara la hora citada por la maestra, ella menciona a alguien, alguien a quien
me es casi imposible olvidar... A ti, mi mejor amigo, o bueno, aquel que solías
ser.
Ella me dice haberte visto hace
algunos días, me cuenta que sigues siendo el mismo gracioso y divertido niño
con el que solíamos pasar los días. - Si, ha cambiado un poco, - me dice, -
pero sigue siendo reconocible, - afirma. Ella admite que has mejorado, y me
pregunta que tal ha ido nuestra amistad. Mis ojos se apagan por un momento..
Tantos recuerdos recorren mi mente, esa simple pregunta me cae como una cubeta
de agua fría, mas se disimularlo y le doy una vaga sonrisa, admitiendo que no
hablo contigo hace unos años, mientras que por dentro de mí, tantos
pensamientos parecieran gritarme la fecha exacta en que nos despedimos, los
años que han pasado desde entonces, y lo mucho que te he extrañado. ¡Como si
pudiera olvidarlo! Ella parece querer preguntar algo, yo diría que era algo
acerca de lo que me pasaba en ese momento, mas las voces, bulla y relajo que se
oye, proveniente de de todos cuanto nos rodeaban interrumpen la conversión, la
maestra acababa de entrar al salón en el que nos encontrábamos y pide orden, ya
que todos parecieran estar muy apresurados y alborotados.
Ella nos separa por grupos, lo
cual me obliga a dejar a mi amiga. Ambas nos damos un fuerte abrazo y nos
deseamos felices fiestas, prometiendo hablarnos en vacaciones. Además, ella me
pide retome mi amistad contigo, ya que cree que nos vendría bien a ambos. Yo
asiento, y justo cuando le contestaría, alguien se interpone entre nosotras,
obligándonos a correr a nuestros respectivos grupos. Desearía que ese momento
no terminara nunca, mas me entusiasma saber que al regresar a clases estará
ahí, con un millón de historias por recordar y otras muchas más por contar.
Entonces, pienso en su
propuesta... - Lo prometo - digo para mi misma, en eso, escucho mi nombre en el
salón, lo cual me obliga a regresar a la realidad y continuar con mi día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario